martes, 30 de noviembre de 2010

NOTICIA VERDE

La noticia menos verde del año: una termoeléctrica en medio de una reserva ecológica (reedición)


Ecoturismo en Punta de Choros: "ven a conocer un lugar (que estaba) lleno de vida".

Difícil de creer que en pleno Siglo 21 suceda esto, pero es totalmente cierto, es más, apenas se supo que una planta generadora de energía termoeléctrica, que utiliza para su funionamiento el peor y más contaminante combustible conocido:  el carbón bituminoso, causante de producir emanaciones muy tóxicas como lo son el plomo, el azufre, cadmio y restos de hollín, éstos últimos relacionados directamente con el cáncer, aparte de envenenar el agua, el aire, el suelo, es decir todo a su alrededor.
Se produjo un airada protesta en frente de la Corema (Comisión regional del medio ambiente), de la ciudad de Coquimbo, además de una marcha de protesta pública en Santiago de Chile, la cual terminó abruptamente con varias decenas de detenidos por parte de la policía local (Carabineros de Chile).

Estará emplazada en la reserva ecológica Punta de Choros, muy conocida por albergar (hasta ahora), la mayor población mundial del pingüino de Humboldt, especies en vías de extinción y otras endémicas. Aparte de una gran cantidad de lobos marinos, aves migratorias que utilizan este paraíso natural como parte de su ruta intercontinental y seres humanos conscientes de la protección del medio ambiente, amantes de la naturaleza, ecologistas y grupos de investigación científica de varias universidades.  Sin considerar su importancia para el desarrollo del turismo local, en donde hay una gran cantidad de hoteles y casas vacacionales.
El desarrollo del turismo, que aporta recursos económicos para la región, se verá afectado.

Para obtener información actualizada de esta catástrofe medioambiental en potencia, visite: http://www.chaopescao.cl/ o http://www.elquintopoder.cl/



En radio Bio-Bio se publicó este artículo relacionado:

Punta de Choros: Entre rechazo de ambientalistas, Corema aprueba construcción de termoeléctrica

Entre el rechazo ciudadano y la molestia por parte de organizaciones ambientalistas, la Comisión Regional de Medioambiente (Corema) de Coquimbo aprobó el proyecto termoeléctrico Barrancones, que busca instalar dos plantas a carbón en el sector de Punta de Choros.


Los consejeros regionales René Olivarez, Nathan Trigo, José Montoya y Raul Godoy fueron los 4 votos en contra de su instalación, mientras que otros 15 miembros votaron a favor.


El proyecto contempla la construcción de una central de 600 megawats que utilizará carbón bituminoso y sub-bituminoso como combustible principal, y la polémica se funda en que en el mismo sector se encuentra la primera reserva marina del país y donde viven el 85% de la población mundial de pinguinos de Humbolt.
Cría de pingüino de Humboldt, sus patas fueron cubiertas para simbolizar la posible contaminación de la termoeléctrica y su exterminio.


Recordemos que el diputado socialista Marcelo Diaz ya había manifestado que una eventual aprobación se traduciría en una nueva promesa de campaña del Presidente Sebastián Piñera incumplida.


Tras la votación comenzaron a registrarse manifestaciones en las afueras de la Intendencia, al igual que las reacciones en las redes sociales como twitter, donde comenzó a circular una entrevista del presidente Piñera en la que afirmaba que no aceptaría ninguna termoeléctrica en Punta de Choros.


En dicha entrevista señaló que él personalmente iba “a oponer a todas las plantas termoeléctricas que atenten gravemente contra la naturaleza, las comunidades y la calidad de vida”, y agregó que iba a ser “muy riguroso y muy exigente con proyectos termoeléctricos contaminantes, como ha habido muchos en el país”.
Fuente: http://www.radiobio-bio.cl/
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Y en El Quinto Poder, apenas se produjo esta lamentable noticia, se publicó lo siguiente:



A las 8:30 AM la Corema de Coquimbo se reunió a votar la aprobación o el rechazo del proyecto termoeléctrico Barrancones, de la empresa francesa Suez-Energy. El resultado de la votación: luz verde para la planta a carbón en La Higuera, a unos 25 kilómetros de la Reserva Marina Islas Choros-Damas y la Reserva Nacional de Pingüino de Humboldt.
Este resultado no es una sorpresa. Es algo largamente sabido, y no porque el proyecto sea un acierto energético. Tampoco porque sea imprescindible.
La verdad incómoda de esta historia es que, finalmente, lo que define si un proyecto es viable no son los argumentos técnicos, sino las presiones empresariales y políticas. Barrancones no es la excepción.
Si abriga alguna duda, sólo revise los pronunciamientos de los servicios sectoriales de la Cuarta Región en el Sistema de Estudio de Impacto Ambiental.

El cambio de postura de los servicios en las últimas semanas fue categórico. Sobre todo porque reconocen importantes falencias en el proyecto, pero a diferencia de pronunciamientos anteriores, dan su visto bueno. Y no fundamentan por qué cambiaron su apreciación.

Por ejemplo Conaf, que durante la mayor parte de la tramitación de Barrancones constató que Suez no tomaba en cuenta los efectos de la apuesta energética sobre la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, razón por la cual se manifestó inconforme. Hoy nada ha cambiado, excepto que la Corporación Nacional Forestal dio su aprobación y sólo exigió algunas mitigaciones y condiciones a la empresa.
...extraño no?

El caso más emblemático es el de la Gobernación Marítima. Era el único servicio que mantenía observaciones a la termoeléctrica, junto a la municipalidad de La Higuera. Entre otros puntos, criticaba omisiones e inexactitudes del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y la falta de antecedentes científicos que aseguraran que las medidas adoptadas eviten causar daño en la flora y fauna marina. Eso fue el 4 de agosto pasado. A última hora, sin mediar ningún cambio del proyecto ni justificación alguna, la gobernación mostró su conformidad.

La aprobación de Barrancones abre la puerta a otra central termoeléctrica en carpeta en La Higuera: Cruz Grande, de la Compañía Minera del Pacífico (CMP). El consultor ambiental tras el proyecto es Ricardo Katz, ex jefe en Gestión Ambiental Consultores (GAC), de la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez.

Si revisamos una serie de casos termoeléctricos emblemáticos, que contaron con un fuerte rechazo ciudadano y que afectaban directamente a los habitantes y su entorno, como la termoeléctrica Campiche de AES Gener, queda claro que, pase lo que pase, contamine lo que contamine o se instale donde se instale, siempre se encuentra la fórmula para despejar el camino a los proyectos energéticos.

En el caso de Campiche, pese a que se logró detener la construcción de la central a través de la Corte Suprema, los ministros de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y de Interior de la época, Patricia Poblete y Edmundo Pérez Yoma, modificaron una ordenanza que logró legalizar la situación de la empresa.

Otra central que tiene un destino predecible, es la termoeléctrica Castilla, en la región de Atacama. El lobby que la primera fortuna de Brasil, Eike Batista ha desplegado para instalar en Chile este proyecto, incluye niveles diplomáticos. El propio Lula da Silva envió a su canciller, Celso Amorim, a hablar con su par, Mariano Fernández.

Luego de esa conversación, en febrero pasado, la pista para Castilla empezó a allanarse. Tanto que el nuevo Seremi de Salud, Raúl Martínez, cambió la calificación que su antecesora le dio a la central, que pasó de ser “contaminante” a “molesta”. Hoy, la evaluación ambiental del proyecto está detenida por una orden de no innovar de la Corte de Apelaciones Copiapó.

En el caso de Barrancones, pese a los esfuerzos de los vecinos, de científicos, de autoridades regionales, de algunos parlamentarios, de las 25 mil firmas que se entregaron al Presidente Sebastián Piñera para frenar la central, e incluso a la promesa del mandatario durante su campaña de que no aprobaría ningún proyecto que atentara contra el medio ambiente, la vuelta de carnero de los servicios sectoriales daba ya una potente señal de que los votos serían a su favor, como efectivamente lo fueron.